VALÈNCIA. Llegar tarde no es antónimo de llegar mucho antes que la mayoría. Es el caso del proyecto Valenta, de la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana (FFCV). ¿Lo ideal es que una iniciativa así se hubiera impulsado hace muchos años? Seguro. ¿Que este punto de inflexión arrancó antes de que lo hiciera la mayoría de federaciones, clubes y territorios? También. Cuando hace unos años José Andrés Menchero, su director, fue preguntado sobre Valenta lo definió como «un sueño hecho realidad». Menchi, además de tener un amplio currículum en clubes que avala su designación, ha demostrado una fe apasionada en el fútbol femenino durante toda su carrera; como entrenador, coordinador y en la organización de clinics específicos para fútbol femenino, con el objetivo de aumentar el número de licencias e incrementar la cantidad de equipos en la Comunitat Valenciana.
Pero ¿qué es Valenta?, ¿cómo un proyecto con tan pocos años de vida se ha posicionado como el movimiento de fútbol femenino más importante de España? «Era la idea que teníamos en mente, desde hacía mucho tiempo, para promocionar y visibilizar al máximo a la mujer en el fútbol. Formaba parte de nuestro plan estratégico, con el objetivo de convertirlo en uno de los pilares y referentes de la FFCV y del fútbol femenino nacional. Sí, echando la vista atrás… la verdad es que Valenta fue y sigue siendo un sueño hecho realidad», explica Menchi.
«Lo que quedó claro tras aquella polémica (lo que sucedió en el Mundial) es que la sociedad demanda un cambio en la forma de gestionar el fútbol, que esperemos que se acabe produciendo. Es necesaria una mirada diferente, alejada de postureos y sincera con el fútbol femenino de este país»
Casi cinco años después, muchos de los objetivos de ese «sueño» se han cumplido. Como el de la creación de una comisión deportiva específica para equiparar en el tiempo las categorías existentes en fútbol masculino con las de fútbol femenino. O el aumento de las licencias en un 129% más que cualquier otra federación territorial, alcanzando las 10.780 jugadoras. «El aumento del número de licencias es espectacular, pero lo es aún más en cuanto a estructura por edades y categorías. En 2018, eran tres las categorías que había para todas las edades: se podía ver a una niña de trece años compitiendo con mujeres de más de treinta años. Esa situación anómala ya la hemos arreglado. Y lo hemos hecho mediante una transición dulce, para que no hubiera impacto negativo en los clubes más humildes. Ahora, de aquellas tres categorías que había en 2018 hemos pasado a siete», desarrolla Menchi. Un sueño que él tenía en mente desde hacía tiempo y se desbloqueó hace cinco años: «Cuando Salva Gomar accedió a la presidencia, en diciembre de 2018, automáticamente creó el área. Desde entonces todo han sido facilidades en la FFCV para llevar a cabo cada iniciativa, cada actividad, cada mejora, modificación o reestructuración que sumase en el crecimiento y consolidación del fútbol femenino en la Comunitat Valenciana».
La iniciativa ha aumentado en un 161% el número de equipos en la Comunitat Valenciana (de 189 a 498), pero lo más destacable es que se ha multiplicado por cinco el número de equipos de base: de 80 a 373. Esto es capital para otro de los objetivos que tiene la FFCV y otras instituciones como la Fundación Deportiva Municipal: la construcción de referentes. Jugadoras valencianas que sean reflejo y espejo de las niñas. Que les muestren que esos sueños, como los que tuvieron ellas, se pueden cumplir.
Ha habido muchos y muy buenos en las últimas décadas. Referentes como Kubalita, pionera en la portería de la primera selección española; Ruth García, excapitana del Levante UD o del FC Barcelona, o Dolores Escamilla, una de las grandes precursoras del fútbol femenino valenciano y clave en el nacimiento de la sección dentro de la estructura del Levante UD. Kubalita, García o Escamilla son leyendas que, a causa de las desigualdades y el nulo foco que había en sus diferentes épocas, no pudieron tener la visibilidad para todas esas niñas de los clubes de la base que crecieron con las camisetas de grandes jugadores… masculinos. Ahora, es habitual encontrar niñas (y niños) con las camisetas de Alexia Putellas o Aitana Bonmatí, del FC Barcelona, en su momento, de Ivana Andrés en el Valencia CF, o de Alba Redondo del Levante UD.
Otro de los pilares fundamentales del Área Valenta es el de fomento y promoción, donde se han impulsado «más de 600 clinics y visitas a colegios», detalla Menchi.
CD Malilla, un caso de éxito
Hay jugadoras referentes y hay clubes referentes. Hablando de estos últimos, cuando conversas con la FFCV, uno de ellos es el CD Malilla. Ana Pérez Senar, coordinadora del fútbol femenino en el club, nos cuenta la trayectoria del equipo: «La escuela del CD Malilla nació en el 1969 y está constituida por 600 jugadores y jugadoras; es una de las más numerosas de la ciudad de València. Mi función es la de ejercer de enlace y apoyo de los equipos femeninos, tanto con los cuerpos técnicos como con las jugadoras y también con las familias. Me gusta estar cerca de todos los equipos, estoy a pie de campo durante los entrenamientos e intento acudir a todos los partidos que puedo cada fin de semana».
Pérez se enorgullece de ese caso de éxito que es CD Malilla para el fútbol base valenciano: «Actualmente, contamos con cuatro equipos 100% femeninos: dos alevines, un infantil y un cadete-juvenil, los cuales compiten en su correspondiente categoría de edad. Pero me gustaría destacar —prosigue Ana Pérez— que la mayoría de jugadoras que componen estos equipos se han iniciado en el fútbol en los últimos años».
Este es uno de los puntos clave de Valenta: casi dos de cada cuatro licencias de fútbol femenino en la Comunitat Valenciana se han creado en los últimos dos años. La tendencia es evidente, aunque difícil de mantener a esos niveles. Pero lo que tienen claro clubes como CD Malilla es que seguirá subiendo: «Somos alrededor de 72 jugadoras. En los cuatro equipos que he mencionado antes, están todas las licencias disponibles completas, otro hecho que nos hace sonreír, aunque bien es cierto que a principio de temporada tuvimos que dejar fuera a algunas jugadoras por falta de espacio y que durante el transcurso de la misma han sido bastantes las que se han acercado con la intención de incorporarse a nuestros equipos».
Aunque en estas categorías de formación no es lo prioritario, lo cierto es que en lo deportivo la situación es muy halagüeña: «En las segundas fases de las ligas, dos de nuestros equipos están participando en la fase oro, siendo uno de ellos líder invicto de la competición, y de los otros dos equipos, uno de ellos se encuentra actualmente líder de la liga plata de su categoría», cuenta orgullosa Ana Pérez. «Y sobre las licencias, esperamos poder hacer un hueco en la próxima temporada a las jugadoras que no hemos podido inscribir, ampliando el número de equipos en el club».
Desde el club, se normaliza que no haya ninguna diferencia entre los equipos femeninos y masculinos en cuanto a acceso a todos los servicios disponibles como el de fisioterapia, preparación física, preparación específica de porteros y porteras, departamento de psicología o videoanálisis. Esta igualdad es la que se encarga de promover, y hasta fiscalizar, Valenta. Que un niño y una niña tengan igualdad de oportunidades para practicar y disfrutar de su deporte favorito.
Por esta manera de trabajar, en Malilla han tenido reconocimientos como el premio por la Igualdad, concedido por el Ayuntamiento de València, por, además de la competición ordinaria, actividades como el Torneig Conqueridora, que organiza el club desde el año 2021 con la participación de equipos de toda la Comunitat Valenciana. En la última edición participaron, además de los cuatro equipos del CD Malilla, Valencia CF, CD Castellón y CD Serranos, en categorías alevín, infantil y cadete-juvenil, con más de doscientas jugadoras participantes.
La vertebración territorial
Valenta tiene un componente vertebrado que debemos analizar. Porque no es solo Valencia, es también Castellón y Alicante; y no son solo Levante UD, Valencia CF o Elche, son también los pueblos y los barrios. En esto pone el foco Ana Pérez: «Una de las cosas que más valoro de Valenta, y que me hace sentir orgullosa, es que hemos desarrollado durante los últimos años una labor importante de promoción del fútbol femenino del barrio de Malilla, organizando visitas a centros educativos, participando en todos los eventos… creo que esto es de vital importancia, porque facilita la labor de los clubes para dar la oportunidad a todas las niñas de disfrutar y aprender jugando a fútbol en su barrio».
Hay objetivos para los que aún queda mucho camino por recorrer. Por ejemplo, el de igualar los niveles de competitividad en cada categoría y grupo. Los resultados en fútbol femenino (de base y también élite) aún son, a veces, excesivos. Si hablamos del fútbol competitivo, y para que se pueda entender: entre los mejores equipos de España y de Europa (como son el FC Barcelona, Olympique de Lyon o Chelsea) hay más diferencia con la clase media de las principales ligas europeas que lo que sucede en el fútbol masculino con clubes dominadores como Manchester City, Real Madrid o PSG. En las ligas femeninas y en Champions League Women, la superioridad en juego y resultados es mayor que en el caso del masculino. Menos licencias y menos inversión generan que aquellos clubes que sí apuestan tengan unos sistemas competitivos muy superiores al resto. En España se está viviendo con el FC Barcelona, único equipo de toda su sección rentable y capaz de llenar el Camp Nou. El Levante UD consiguió sacar un empate esta temporada en Liga contra ellas y fue celebrado como un título, básicamente, porque todo lo que no sea que las culés goleen es una sorpresa. No es lo mejor para el espectáculo, pero es la realidad actual. En la Comunitat Valenciana y los clubes de base sucede lo mismo. El objetivo es seguir la estela que están empezando a instaurar estos clubes referente, como CD Malilla y también Tavernes Blanques CF, CFF Mislata, CFF Marítim o CD Serranos.
Para eso, es clave «reestructurar las categorías, donde actualmente existen ya benjamín-alevín e infantil-cadete. La próxima temporada se creará la nueva categoría infantil Valenta, después de haber conseguido, en esta última, crear tres grupos de equipos en edad infantil (uno en cada provincia) como paso progresivo hacia el cambio», cuenta Menchi.
En esta línea trabajan desde Malilla, con el objetivo inmediato de afianzar un equipo en cada categoría de edad: desde prebenjamín hasta juvenil, un camino que inició su junta directiva hace muy poco, en la temporada 2021-2022: «Ahí contábamos con un único equipo infantil-cadete y ya ves lo que hemos crecido en tan poco tiempo», presume Ana Pérez, que reconoce que también se debe ampliar el número de formadoras: «Actualmente, solo contamos con dos. Es un número que hemos intentado ampliar y que seguimos en ello. Varias de nuestras jugadoras del equipo del cadete-juvenil se encuentran ya en sesiones de entrenamiento de equipos de fútbol 8 como ayudantes y van a estudiar los correspondientes títulos este verano».
El ejemplo para la FIFA
Uno de los hitos para el proyecto Valenta llegó cuando, hace unos meses, la FIFA, a través de su programa Desarrollo de Talento, eligió España como caso de estudio y referencia para el resto de federaciones nacionales. La Federació de Futbol de la Comunitat Valenciana, con Valenta bajo el brazo, fue una de las dos federaciones territoriales que expusieron ante la FIFA su proyecto para el fútbol femenino. El encargado de exponerlo fue el propio Menchi, como director del área, junto a la seleccionadora sub-15, Eugenia Soto. «Gracias a los premios recibidos a nivel nacional y al reconocimiento por parte de la FIFA, es cierto que cada vez cuesta menos explicar qué es y qué significa Valenta —presume Menchi—, y cuando salimos a explicarlo, escuchamos siempre la misma frase: "¡Ojalá todas las territoriales tuvieran un área exclusiva para fútbol femenino como la vuestra!"». De ahí queponga en valor que «hemos conseguido ser una marca reconocida y que las futbolistas y los aficionados hayan asimilado esta palabra en su vocabulario de forma inmediata a igualdad en el fútbol y fútbol sala y a una apuesta importante de la FFCV que está saliendo muy bien».
Porque la clave, según insiste siempre, está en «las personas que trabajan cada día en los clubes por esta modalidad, porque son quienes han acogido Valenta con las manos abiertas y como una herramienta gratuita con un montón de acciones que les ayudaría a crecer. Y, por supuesto, gracias al presidente y a los y las directivas de la FFCV, que han facilitado que esta área funcione de la forma en que lo hace».
La Federación de la Comunitat Valenciana fue también pionera en la paridad en sus órganos directivos. Desde la llegada de Salva Gomar en 2018 la federación cumple con la ley de paridad que por aquel entonces no era obligatoria y en verano de 2023, cuando el escándalo de Luis Rubiales por el beso no consentido en Jenni Hermoso, seguía siendo la única federación territorial en el que las mujeres no estaban infrarrepresentadas.
En este caso, ser optimista es ser realista, pero sigue habiendo asignaturas pendientes: «Queda finalizar el proceso iniciado. Para ello hemos de alcanzar un número de licencias femeninas idóneo para que se consoliden las nuevas categorías, así como para comenzar poco a poco con las divisiones de las mismas por niveles», dice Menchi. Esta división por niveles hará más competitivas las ligas y mitigará los efectos que comentábamos antes sobre la desigualdad que todavía hay en muchas categorías. «Además, también queremos lograr que cada club tenga sus equipos femeninos integrados al 100% en su estructura, algo que, a día de hoy, ya empieza a ser realidad en muchos clubes, pero aún no en todos. Queda algo de tiempo», concluye Menchi.
España, campeona del mundo
Valenta es fútbol femenino en la Comunitat Valenciana, donde contamos con dos campeonas del mundo como Ivana Andrés y Enith Salón. Por eso, no podíamos dejar de hablar de la triste polémica que vivimos en el pos-Mundial con el caso Rubiales y sobre la situación del fútbol femenino en la Federación Española actual: «Lo primero que tenemos que decir es que para la FFCV el Mundial ha sido algo histórico que debemos poner en valor y aprovechar».
Por suerte, el proyecto Valenta ya había sentado las bases necesarias para recoger el boom previsto con la Copa del Mundo. Y, por supuesto, nos sentimos orgullosos de que jugadoras de la Comunitat Valenciana hayan formado parte de ese equipo. Era algo impensable hace solo tres o cuatro años», afirma Menchi. «Eso sí, la FFCV siempre estará del lado de lo deportivo, apoyando a los y las profesionales que defienden este deporte y poniendo en valor su esfuerzo y sus logros».
* Este artículo se publicó originalmente en el número 114 (abril 2024) de la revista Plaza
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