Aunque su llegada se hizo de rogar, el Circuit Ricardo Tormo celebra sus bodas de plata como uno de los mejores circuitos del panorama internacional, con un proyecto deportivo del que han salido campeones como Héctor Barberá, Nico Terol o, incluso, Fernando Alonso, y con el objetivo de convertirse en el primer circuito sostenible del mundo
19/09/2024 -
VALÈNCIA. Hace veinticinco años, el 19 de septiembre de 1999, se cumplía un sueño para los aficionados valencianos al motociclismo: se inauguraba el Circuit de la Comunitat Valenciana Ricardo Tormo —desde 2012, Circuit Ricardo Tormo—. Un sueño que fue posible gracias al empeño y el tesón de tres personas —Salvador Gascón, presidente del Moto Club Cullera y también de la Federación de Motociclismo de la Comunidad Valenciana, y los pilotos Ricardo Tormo, Jorge Martínez ‘Aspar’ y Adrián Campos— que, pese al paso del tiempo (la idea tardó más de veinticinco años en gestarse), las polémicas y los problemas, tenían muy claro que era un proyecto que había que poner en marcha.
Y las cifras les han dado la razón. A lo largo de su historia, el Circuit ha recibido a más de cuatro millones y medio de visitantes. En 2023, el trazado tuvo un índice de actividad del 73,9% en los 365 días del año; es decir, en 270 jornadas se ha celebrado al menos una actividad —el 47,4% relacionadas con la moto y el 52,6% con el automovilismo—. Un estudio interno cifra entre trenta mil y cuarenta mil las camas de hotel que genera el Ricardo Tormo durante todo el año, sin contar los eventos abiertos al público y, solo en la temporada pasada, tuvo un total de 324.238 espectadores en las gradas (de los que 195.889 personas acudieron al GP de Valencia de MotoGP). Todo ello hace que el Circuit goce de una buena salud financiera —facturó 11,5 millones en 2023—, aunque el canon de Dorna Sports para albergar el Gran Premio de MotoGP (ocho millones de euros), hace que cierre con déficit.
Además, un estudio realizado hace once años señalaba ya que, durante el fin de semana del GP, el impacto económico para la provincia de Valencia era de 38 millones de euros. Una cifra que, sin duda, habrá crecido significativamente, tal y como reflejará el informe de impacto económico, para todo el año natural, que está preparando el Circuit y que, a fecha de cierre de este número, no se conocía.
Y otro dato significativo: a lo largo de su historia ha recibido numerosos galardones como mejor organización en las competiciones más importantes del motor, que lo sitúan entre los mejores circuitos del panorama actual: seis premios en Mundial de Motociclismo (Irta Best Grand Prix en 2003, 2004, 2006, dos en 2020, y 2021), dos en la organización del Campeonato Mundial de Superbikes (2000 y 2006) y uno para el mejor Gran Premio Camión, en el 2001.
Muchas complicaciones
Pero llegar hasta aquí no ha sido un camino fácil. Principalmente por la falta de dinero. De hecho, la idea de construir un circuito empezó a tomar forma en 1984, cuando la Generalitat Valenciana, entonces gobernada por Joan Lerma (PSPV-PSOE), se comprometió a construir el trazado valenciano. Un año simbólico para el motociclismo local, porque fue el mismo año en el que Ricardo Tormo tuvo un desgraciado accidente, en un polígono industrial de Martorelles (Barcelona) cuando probaba su Derbi, que marcó el final de su carrera deportiva.
Muchas fueron las ubicaciones que se barajaron (Cullera, Guadassuar, Gandia, Benidorm…) y muchos bocetos dibujados, hasta que se decantaron por Cheste y por el actual trazado. Aun así, no fue hasta 1990 cuando se puso una primera piedra simbólica de un circuito que no empezaría a construirse hasta 1997, ya con Eduardo Zaplana (PP) como presidente de la Generalitat. Hasta ese momento, todas las semanas había manifestaciones moteras reclamando el circuito y protestas al ver paralizado el proyecto en un contexto en el que se iban inaugurando trazados en otras ciudades españolas —Jerez (1985), Albacete (1992) y Montmeló (1992)— y los pilotos valencianos reinaban en el palmarés —a los dos títulos mundiales de Ricardo Tormo se sumaban los cuatro de Aspar o el de Champi Herreros—.
Al final, esa constancia y esa paciencia tuvo su premio, y el 19 de septiembre de 1999 se inauguraba el Circuit de la Comunitat Valenciana Ricardo Tormo, con un guiño a todos los aficionados: está construido de modo que los espectadores contemplan íntegro el desarrollo de las pruebas y desde los 65.000 asientos del graderío se observa todo el trazado, cualidad que permite seguir las carreras sin perder detalle de lo que sucede en la pista. Además, una curva, la 7, está dedicada a esa afición que, primero luchó para conseguir el Circuit y, después, año tras año, ha llenado las gradas, haga sol o llueva, como ocurrió precisamente el día de su inauguración. Una lluvia que muchos aficionados que vieron correr a Ricardo Tormo, y que recordaban lo bueno que era sobre mojado, dijeron que eran las lágrimas de Ricardo, fallecido nueve meses antes, por no poder asistir al primer Gran Premio en un circuito por el que tanto luchó.
Unos aficionados que han podido disfrutar de carreras inolvidables, aunque hay dos que seguro quedaron en su retina para siempre. La primera, el duelo entre Valentino Rossi y Nicky Hayden, en 2006, en la lucha por el título, donde, en plena remontada tras una mala salida, Rossi sufrió una caída en la curva Doohan, volvió a la pista y consiguió llegar hasta la decimotercera plaza, pero Hayden acabó tercero y se proclamó campeón del mundo. La segunda, en 2015, una pelea a tres por el título de la categoría reina, con Valentino Rossi, Marc Márquez y Jorge Lorenzo como protagonistas, un gran premio que se declaró ‘de alto riesgo’ por las autoridades y que fue la carrera más vista de la historia en España e Italia, pero también en el resto del mundo. Al final, fue Lorenzo quien se llevó su tercer título en MotoGP.
Hoy en día, el Circuit se ha convertido en un centro neurálgico del motor, ya que entre eventos, entrenamientos y actividades diversas está ocupado prácticamente durante todo el año. Además del Mundial de MotoGP, ha acogido las dos pruebas más importantes de turismos, el Mundial de Turismos FIA WTCC y el Campeonato Alemán de Turismos DTM; pruebas de Fórmula 3 y GT’s; el Campeonato de España de Velocidad CEV; las pruebas de pretemporada de las escuderías de Fórmula 1, y una carrera del mundial de coches eléctricos, la Fórmula E, que además acaba de trasladar su base de operaciones al Circuit, entre otros muchos eventos, como el Classics&Legends, dedicado a los coches clásicos, o el American Nascar Fest. Y también ha sido circuito de running y ha albergado conciertos multitudinarios como los de Héroes del Silencio, Alejandro Sanz o Madonna.
Pero, además, en torno al Circuit Ricardo Tormo se ha creado un proyecto deportivo con el objetivo de formar a jóvenes pilotos. La Cuna de Campeones en motos y la Fórmula de Campeones de Karting constituyen la primera oportunidad para que los niños compitan en moto y karts. De ellas han salido pilotos como Héctor Faubel, Sergio Gadea, Héctor Barberá, Nico Terol, Adrián Martín…, alguno de ellos con campeonatos del mundo a sus espaldas. La última alegría de esta cantera la ha dado el piloto de Algemesí, Jaume Masià, que se proclamó campeón del mundo de Moto3 en 2023.
Asimismo, en automovilismo, han subido ya a monoplazas Adrián Vallés, Félix Porteiro, Borja García, Sergio Hernández, Marco Barba, Roberto Merhi o Álvaro Barba, persiguiendo la estela de Fernando Alonso, quien estuvo vinculado al Circuit durante dos años en su proceso de formación y se proclamó campeón en Cheste de la Euro Movistar by Nissan (1999). Todos son candidatos a conseguir uno de los objetivos que se marcó la Generalitat con esta escuela: un piloto valenciano en Fórmula 1. Objetivo cumplido para el castellonense Roberto Merhi que, en marzo de 2015, fue el piloto oficial de la pequeña escudería Manor F1. Unos pasos que espera seguir la piloto de Dénia, Marta García, vencedora, en 2023, de la F1 Academy, el certamen de automovilismo femenino organizado por la Fórmula 1.
Primer circuito sostenible
Estas bodas de plata del Circuit no solo son un buen momento para hacer balance, también son una ocasión para mirar al futuro. En este sentido, llevan varios años trabajando para ser el primer circuito sostenible del mundo, que compense sus niveles de emisiones por la actividad. Así, se han plantado en torno a mil árboles de distintas especies, así como más de cinco mil arbustos, para marcar y canalizar el flujo de espectadores en eventos de máxima afluencia y también para delimitar las zonas de aparcamiento. Los árboles, además de contrarrestar la contaminación, contribuyen a disminuir la temperatura de los alrededores del Circuit.
A ello se suma que se han cambiado las bombillas a led en las zonas de mayor consumo (oficinas, torre de control...) con lo que se ha conseguido ahorros superiores al 50%, se ha incorporado un sistema de acumulación para el agua depurada que permite ahorrar un 30% del consumo (la cual se usa para regar) o se han colocado vinilos sobre la mayor parte de los ventanales de los edificios del complejo. Esta última medida ha supuesto un considerable ahorro energético al disminuir las temperaturas en el interior del edificio y reducir el uso de aparatos de aire acondicionado. El uso de materiales biodegradables y el reciclaje de elementos contaminantes forma parte de esa eficiencia que se traduce en una huella ecológica menor. También quieren generar la energía fotovoltaica necesaria para que el complejo sea autosuficiente.
Además, la nueva dirección del Circuit, encabezada por Nicolás Collado desde diciembre de 2023, quiere conseguir avanzar en la sostenibilidad en materia de nuevas fuentes de energía, a la vez que está concentrada en poner en valor el calendario de eventos del Circuit.
Y mientras proyectan ese futuro, confían en que, más allá de 2026 —en 2021, Dorna y la Generalitat firmaron un acuerdo por cinco años, hasta 2026, que aseguraba la llegada de tres grandes premios a la Comunitat, además de confirmar que serían el cierre del año—, el Gran Premio se quede en Cheste. Con más afluencia de los cinco que se desarrollan en la Península Ibérica, consideran que sería «muy atrevido tocar algo que funciona».
Nombres para la historia
Fue en 1974 cuando Salvador Gascón, entonces presidente del Moto Club Cullera, haciéndose eco del sentir de los muchos aficionados al motociclismo en la Comunitat, lanzaba la idea de crear un circuito de motos. Una idea a la que no tardó en sumarse su pupilo Ricardo Tormo, que fue dos veces campeón del mundo en la categoría de 50 centímetros cúbicos —la primera en 1978 y la segunda en 1981—, además de contar con nueve victorias en el Mundial, ocho campeonatos de España y decenas de triunfos en el Nacional. Aunque el piloto de Canals no pudo disfrutarlo: el 27 de diciembre de 1998, días después de la presentación oficial del Circuit y nueve meses antes de la celebración del primer Gran Premio, falleció víctima de la leucemia. En septiembre de 1999, el trazado de Cheste se inauguró bajo el nombre de Circuit de la Comunitat Valenciana Ricardo Tormo en su honor y recuerdo. Ese día, cuentan que Salvador Gascón, tras dar el banderazo a las primeras motos que rodaron por la pista de su soñado circuito, lloró de emoción al ver cumplido su sueño.
Al empeño de Salvador Gascón y Ricardo Tormo hay que sumar a otra figura del motociclismo valenciano: Jorge Martínez ‘Aspar’. El de Alzira, uno de los nombres clave en la historia del Mundial de Motociclismo, con cuatro títulos mundiales, un campeonato de Europa y doce veces campeón de España, participó activamente en su puesta en marcha y en su diseño. Un diseño en el que también participaron el piloto valenciano de Fórmula 1 Adrián Campos y el piloto, editor y organizador de grandes eventos del motor Jaime Alguersuari.
En estos veinticinco años el Circuit ha tenido seis directores generales: Facundo García de la Cuadra (1999-2001), José María Oltra (2001-2003), Eduardo Nogués (2003-2007), Julio Gracía (2007-2012), Gonzalo Gobert (2012-2023) y, desde el pasado mes de diciembre, Nicolás Collado.
Curiosidades del Circuit
Con un diseño de doce metros de ancho, que sigue el estilo de los circuitos americanos con sus característicos ‘óvalos’, tiene una longitud de cuatro kilómetros, con nueve curvas a la izquierda y cinco a la derecha, y su recta más larga mide 876 metros.
A lo largo de sus veinticinco años de historia, su palmarés ha estado copado por pilotos españoles (31 ganadores en las tres categorías), siendo Dani Pedrosa quien más veces se ha subido a su pódium valenciano, con un total de siete victorias: una en categoría 125 cc (2002), dos en categoría 250 cc (2004 y 2005) y cuatro en MotoGP (2007, 2009, 2012 y 2017).
El primer español en conseguir la victoria en Cheste fue Sete Gibernau (2001). Desde entonces, otros muchos pilotos españoles han grabado su nombre en el Gran Premio de la Comunitat Valenciana, entre ellos, además de Dani Pedrosa, se encuentran Jorge Lorenzo (cuatro victorias), Marc Márquez (tres victorias), Héctor Barberá, Héctor Faubel y Maverick Viñales (dos victorias cada uno) o Nicolás Terol, Esteve Rabat, Jorge Martín o Álex Rins (una victoria).
El Gran Premio de Valencia de 2023 fue el tercero con más asistencia de público, con 195.889 personas, por detrás del Shark Grand Prix de France (278.805 espectadores) y del Gran Premio de Alemania en el circuito de Sachsenring (233.196 aficionados).
Entre 1999 y 2001, el Gran Premio de la Comunitat Valenciana se celebró en septiembre. Desde 2002 es la última carrera de la temporada, siendo el circuito que más veces ha despedido el Mundial (21 ocasiones).
Algunas de las curvas del Circuit homenajean a grandes nombres del motociclimo. Así, tienen su espacio el tetracampeón del mundo Jorge Martínez ‘Aspar’ (curva 1); el pentacampeón del mundo de 500 cc Mick Doohan (curva 2); el campeón alcoyano de 125, Nico Terol (curva 4); el doce más una campeón del mundo Ángel Nieto (curva 6); el piloto valenciano Bernat Martínez, que falleció tras un accidente en Laguna Seca (curva 8); el campeón del mundo de los 80 cc Manuel ‘Champi’ Herreros (curva 12); el expiloto valenciano de Fórmula 1 Adrián Campos (curva 14), y, desde 2023, el piloto de Algemesí Jaume Masià, último campeón del mundo de Moto3, (curva 11). Además, también hay un homenaje a los aficionados, con la Curva de la Afición (curva 7). Todavía quedan cinco curvas esperando un nombre.
* Este artículo se publicó originalmente en el número 119 (septiembre 2024) de la revista Plaza
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